Las manualidades son una parte del aprendizaje de los niños porque hacen más enriquecedora la experiencia, y porque ayudan al desarrollo de diversas habilidades en la persona. Además las manualidades ayudan a potenciar y a estimular la imaginación y a desarrollar su motricidad y su coordinación.
Con los adultos el efecto es muy parecido. Realizar una manualidad nos relaja de nuestra jornada laboral y ayuda a sentirnos mejor. Nuestra creatividad aumenta y mejora nuestro trabajo habitual.
Para los mayores, hacer manualidades sirve de terapia, ya que están continuamente ejercitando músculos, comparten una actividad con otras personas y además estimulan la memoria, ya que aprenden la historia de los materiales que trabajan.